Ojalá hubiera sido capaz de escuchar cuando me dijeron 'No lo hagas', y allí fui yo, y lo di todo por amor. Ojalá hubiera escuchado a mis amigas cuando me lo dijeron, cuando todavía estaba a tiempo de retirarme de su retorcido juego. OJALÁ.
Y ahora sólo queda un corazón, tirado en el suelo, entre cristales, despedazado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario