domingo, 31 de julio de 2011

Saber que ella siempre estará allí, que no compartiremos sangre pero compartimos tantas cosas que la sangre no parece impedir que nos llamemos hermanas, porque, después de todo, es lo que somos.
Te amo, y casi diría yo que me quedo corto.
Sister Power.

jueves, 28 de julio de 2011

Me parece increíble cómo pasa el tiempo. Todavía me acuerdo de cuando era una enana (más de lo que soy ahora) y me costaba andar en bicicleta sin rueditas, sin ayuda de mamá o papá y que lloraba como si le estuvieran cortando un brazo cuando se caía y se lastimaba las rodillas. Todavía me acuerdo de las personas que pasaron por mi vida y dejaron huellas, heridas, cortes pequeños y también heridas que todavía no cicatrizaron. Y después de todo, seré esa pequeña, sonriente, que no se cansa de ver la vida de otra manera que no sea rosa, que cree en el amor pero no en las hadas, que cree en la amistad a la distancia, que cree en ti, en mí, en nosotros.
Ojalá hubiera sido capaz de escuchar cuando me dijeron 'No lo hagas', y allí fui yo, y lo di todo por amor. Ojalá hubiera escuchado a mis amigas cuando me lo dijeron, cuando todavía estaba a tiempo de retirarme de su retorcido juego. OJALÁ. 
Y ahora sólo queda un corazón, tirado en el suelo, entre cristales, despedazado.

lunes, 25 de julio de 2011

Si nuestros besos se interrumpen, que sean por la risa, por mirarnos a los ojos y decirnos una vez más uno de esos 'Te quiero' que sabes que me arrancarán un suspiro más por la noche. Eso es lo que quiero. Sin peleas, sin excusas, sin pretextos.

sábado, 16 de julio de 2011

Y ahora llegamos a esa parte a la que no quería llegar, porque sabía que dolería, esa parte en la que te conviertes parte de mí, una parte que no sabía que tenía pero que hoy en día se me hace necesaria para respirar, vivir y sonreír, esa parte en la que todo carece de sentido si no te siento, en la que todo parece suceder en blanco y negro hasta que no oigo noticias tuyas, hasta que te veo aparecer.
- Seguramente dices que el amor no existe, pero sólo lo dices porque tienes miedo.
- ¿Yo? ¿Miedo? Yo soy hombre, no le tengo miedo a nadie ni a nada.
- Quizás lo creas así, pero está clarísimo que le temes al amor, y no lo niegues.
- ¿Porqué habría de temerle?
- ¿Porqué? Eso lo sabrás tú, es tu mente, no la mía.
- Alguna razón tendrás para decirme que yo pienso eso. Pero te aseguro que no es miedo.
- Yo creo que sí, eh. Creo que lo tienes miedo es de tener debilidades, de encontrar a una chica que te encante, que la quieras, que la ames y que luego ella se transforme en tu Talón de Aquiles, ¿ya sabes? Un punto débil. Pero no entiendo porqué huyes de él, nadie puede escapar del amor.
- Quizás no estoy escapando de él, quizás lo he encontrado y no quiero admitirlo.
- Entonces, ¿crees en el amor?
- No. Creo en algo mucho mejor.
- ¿En qué?
- En nosotros.