Lo di todo por una sonrisa en tus ojos, por sentirme bien conmigo misma al entregarte más de lo que poseía, por hacerte feliz. ¿Y ahora qué me queda? Este sentimiento arenoso, áspero, lastimoso, tan lleno de soledad y de vacío que el tiempo consumirá hasta dejarme en la nada, vacía de sentimientos, vacía por completo.
Pero ¿sabes qué? Valió la pena si ahora lo único que haces es vestirte con tu mejor sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario